Hay una película que vemos bastante mi mujer y yo llamada “El Prestigio” que trata sobre dos magos y su lucha a muerte por demostrarse mejor. En esa película aparece un personaje digno de ser ciencia ficción, pero que no fue. Fue un genio avanzado a su tiempo, tanto que aún hoy se considera un incomprendido: Nikola Tesla.
Tesla nació en la actual Croacia a mediados del siglo XIX. En aquella época no existía Croacia, sino que era el Imperio Austrohúngaro, aunque él era serbio.
Era un buen estudiante, pero nunca acabó la carrera, estudió en un par de Universidades, pero era demasiado curioso como para ceñirse al estudio y tanto en un caso como en otro, dejó los estudios para trabajar como asistente de ingeniero. Tras varios trabajos en Budapest y París, llegó a Estados Unidos en 1884 con una de las mejores cartas de recomendación que se puede tener (un simple: “Señor Edison, sólo conozco a dos hombre extraordinarios. Uno es usted, el otro lleva esta carta”) y empezó a trabajar para Edison, otro genio. Y destacó en la empresa de Edison, hasta el punto que resolvió varios de los problemas que la empresa tenía atascados.
Sin embargo, arrogante y excéntrico como era, renunció a su trabajo porque no le concedieron un aumento de 7 dólares a la semana y dejó su trabajo en la mayor empresa de ingeniería del momento para hacer zanjas.
Sin embargo, su capacidad era tal que mientras cavaba era capaz de visualizar inventos y pudo desarrollar toda una teoría sobre el campo magnético y la corriente alterna. Gracias a ello inventó la bobina de Tesla e introdujo la corriente alterna en el mundo por una razón eminentemente práctica: la corriente continua era útil para la aplicación, pero tenía demasiadas pérdidas y no podía ser transportada a largas distancias. Sin embargo, la corriente alterna es más sencilla de transportar, porque las pérdidas dependen del voltaje y por tanto se puede hacer líneas de muy alta tensión y transformarlas a menos voltaje para su uso cotidiano. A esa lucha se le conoció como la “guerra de las corrientes”, pues Edison (defensor de la corriente continua) y Tesla se enfrentaron hasta las últimas consecuencias. Fijaros si fue así, que Edison empleó para el desarrollo de la silla eléctrica la corriente alterna de Testa, simplemente para darle mala fama.
Pero finalmente, la practicidad, como siempre, se impuso y triunfó Tesla… y hoy en día todos tenemos corriente alterna (a 220V) en casa.
Justo fue su desarrollo fue el que se implantó… bueno justo no. Si último gran proyecto fue un sistema que aún no se ha puesto en práctica, que consistía en la transferencia de electricidad… sin cables.
En la película que hacía referencia al principio se veía cómo Tesla encendía una bombilla puesta en la tierra desde su laboratorio. Pues bien, aunque parezca irreal, fue así. Creo un sistema para enviar la electricidad utilizando la conductividad de la tierra o bien mediante medios aéreos, mediante los campos magnéticos utilizando la “Bobina de Tesla”. De hecho, creó una torre llamada Wardenclyffe con la que demostró la posibilidad de envío de energía e información a distancia, todo un pionero de las telecomunicaciones y electricidad, teniendo en cuenta que lo hizo en ¡1910!
Sin embargo, aún no se ha desarrollado del todo su teoría de la comunicación de la electricidad sin cables, aunque hay dos empresas a nivel mundial (una de ellas española, por cierto) que han conseguido un desarrollo útil y sencillo que puede llevarse a la práctica en pocos años.
Sería todo un avance para sitios remotos, especialmente, conseguir, como demostró el genio llamado Tesla, cómo encender bombillas desde lejos.
A mi también me gusta mucho esa peli.
En alguna ocasión leí que se "volvio loco, realmente loco" precisamente intentando demostrar la posibilidad de transmisitir energía sin cables para iluminar puntos lejanos, etc……¿sabes si es cierto?